Ser autónomo por primera vez es un proceso complejo y costoso, pero totalmente factible. Como primer paso, hay que considerar el coste de la alta como trabajador autónomo.
En España, el alta como trabajador autónomo se realiza a través de la TGSS y cuesta 60€. Esta cantidad se cobra una vez al año y cubre los primeros 12 meses de alta, por lo que se deberá volver a abonar para mantener la alta. Además, hay que tener en cuenta una serie de cargos adicionales, como el pago de los impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social, que se calculan en función del tipo de actividad y del volumen de ingresos.
Una vez se ha realizado la alta, el autónomo deberá contratar un seguro de responsabilidad civil, que cubra los posibles daños causados por la actividad profesional. El coste de este seguro depende del tipo de actividad desarrollada y del volumen de ingresos.
Otro gasto que hay que considerar es el de una cuenta bancaria para gestionar el dinero de la actividad profesional. En la mayoría de bancos, abrir una cuenta autónomo cuesta entre 20 y 30€ al mes. Esta cuenta debe ser específica para la actividad profesional y servirá para gestionar los ingresos y los gastos.
Por último, hay que tener en cuenta los gastos asociados al desarrollo de la actividad profesional. Estos gastos dependen del tipo de actividad y de las necesidades de cada autónomo. Por ejemplo, un autónomo que necesite una oficina tendrá que abonar un alquiler, un autónomo que necesite una web, tendrá que abonar los honorarios de un diseñador web, etc.
En conclusión, el coste de ser autónomo por primera vez depende de la actividad desarrollada y de las necesidades de cada autónomo. En general, el coste total puede oscilar entre 60€, para la alta como trabajador autónomo, y otros gastos adicionales, como seguros, cuentas bancarias y gastos asociados a la actividad profesional.
1. Costos de los trámites para ser Autónomo
Convertirse en un trabajador autónomo es una gran decisión. Una vez tomadas las decisiones, los trámites que hay que realizar para convertirse en autónomo pueden llegar a ser bastante costosos. Primero, hay que registrarse en la Seguridad Social como trabajador por cuenta propia. Para ello, hay que pagar una cuota de alta de 48,90 euros. El abono de esta cuota se realiza a través de una entidad bancaria, en una oficina de la Tesorería General de la Seguridad Social o a través de Internet.
Una vez realizado el pago de la cuota de alta, hay que abonar la cuota de cuota de autónomo, que depende de la tarifa a la que se esté afiliado. Por lo general, la cuota mensual para un autónomo con tarifa general es de unos 200 euros al mes, pero esta cantidad varía dependiendo de los ingresos estimados. Además, hay que pagar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que varía según los ingresos obtenidos.
Finalmente, hay que tener en cuenta los costes de la tasación de la actividad, que son los gastos relacionados con la obtención de la licencia municipal para poder desarrollar la actividad, que pueden variar según cada ayuntamiento. Estos costes pueden asumirse en una única cantidad o, en algunos casos, pueden ser pagados de forma fraccionada.
2. Costes de la Contratación de Profesionales
Una vez que un trabajador se ha dado de alta como autónomo, hay que tener en cuenta los costes que supone contratar a profesionales. Contratar a un contable para que lleve la contabilidad de la empresa o a un abogado para que revise los contratos de la empresa, puede ser necesario para garantizar el correcto desarrollo de la actividad. Estos profesionales cobran tarifas que pueden variar según el tipo de servicio que se necesite.
Por otro lado, hay que tener en cuenta los costes de la contratación de otros profesionales, como por ejemplo, un diseñador gráfico para la creación de publicidad o un programador para el desarrollo de una web. Estos servicios también conllevan un coste económico, que depende de la empresa contratada.
3. Costes de la Contratación de Personal
Finalmente, hay que tener en cuenta los costes de la contratación de personal. Si la actividad a desarrollar requiere de una plantilla, habrá que contratar a trabajadores para desarrollar las tareas necesarias. Esto conlleva un coste económico que hay que tener en cuenta, ya que los trabajadores tienen derecho al salario mínimo interprofesional, que en la actualidad es de 1.050 euros al mes, y según el tipo de trabajo, se deberán abonar otras cantidades.
Por otro lado, hay que tener en cuenta los costes de la contratación de trabajadores temporales, que también conlleva un coste económico, que depende de la empresa contratada. Además, hay otros gastos relacionados con la contratación de personal, como los gastos de seguros sociales, los de la contratación de personal a través de una agencia de trabajo temporal, etc.
En definitiva, los costes para convertirse en autónomo son numerosos, desde los trámites legales, hasta los costes de los profesionales y de la contratación de personal. Por ello, antes de tomar la decisión de convertirse en autónomo, es recomendable hacer una evaluación de todos los costes que esto conlleva para poder tener una idea clara de los recursos necesarios.